¿Por qué pagas tantos impuestos en España?
Cada año la carga fiscal aumenta, pero los servicios públicos no mejoran. El problema no es solo lo que pagamos, sino cómo se usa el dinero: malgasto, ineficiencia y corrupción impiden que los recursos se destinen realmente al bienestar ciudadano.
Un sistema sin control ciudadano
Los impuestos no son fruto de un acuerdo social, sino de decisiones políticas en las que los ciudadanos no tienen voz ni capacidad de supervisión. Sin control sobre el gasto, los impuestos dejan de ser una herramienta de progreso y se convierten en un expolio.
Un círculo vicioso que nos empobrece
El despilfarro de dinero público genera más deuda, y para cubrirla, suben los impuestos. Pero lejos de solucionar el problema, el dinero se sigue malgastando, perpetuando un sistema que solo beneficia a la clase política.
¿Dónde se pierde tu dinero?
• Proyectos innecesarios y sobrecostes: inversiones sin utilidad real que benefician a unos pocos.
• Desvío de fondos y corrupción: dinero público usado para intereses partidistas y redes clientelares.
• Deuda pública en aumento: a pesar de los altos impuestos, seguimos endeudándonos sin mejoras visibles.
Sin un sistema que garantice un uso eficiente de los recursos, los ciudadanos seguimos pagando más para recibir menos.
¿La solución? recuperar el control
Mientras los ciudadanos no tengamos voz en cómo se define y usa el presupuesto, este expolio continuará. Es hora de exigir transparencia, control y un sistema donde los impuestos sirvan para el bienestar común y no para el beneficio de unos pocos.
El cambio empieza por exigir un sistema que funcione para todos, donde el poder esté controlado y vigilado.
Es hora de tomar acción
Únete a la causa por un sistema político más justo y transparente.
Únete ahora y sé parte del cambio que España necesita.
¡Actúa hoy!
El cambio comienza contigo.
Únete a nosotros para exigir un sistema político que realmente funcione para todos.